PERCEPCIÓN PURA

Según Fernández (2000) la percepción pura ocurre sin la intervención de un esfuerzo consciente. Nos encontramos en el ámbito de la percepción pura, donde operan módulos visuales que procesan información de bajo nivel. Este tipo de conocimiento está incorporado en el sistema nervioso a través de la evolución, quedando encapsulado en los módulos de procesamiento más básicos. Por esta razón, este proceso no es accesible a la introspección ni al control consciente.
Un ejemplo evidente que mencionan varios expertos en este proceso es cómo percibimos el calor al acercarnos al fuego: no necesitamos pensar en ello conscientemente, simplemente sentimos el aumento de temperatura.
Otros casos similares pueden ser, por ejemplo, cuando estamos en un lugar iluminado y, de repente, se va la luz; inmediatamente notamos el cambio en la luminosidad sin necesidad de analizarlo. También ocurre cuando escuchamos un ruido fuerte e inesperado, como un portazo o un trueno, que captamos de forma automática.
De igual manera, podemos percibir de forma instantánea un sabor desagradable al probar un alimento en mal estado o detectar su olor, lo cual nos alerta sin que tengamos que hacer un esfuerzo consciente.
Esto también podría interesarte
Siguiente apartado